jueves, 9 de abril de 2020

Niños y nannies

Mis alumnos eran qataríes todos menos una que era medio iraní por su madre. La verdad es que el cambio fue bestial con respecto a mis alumnos de Eritrea. Ya Paul, mi director, me lo había advertido, que no tenían nada que ver. Así que pasé del paraíso de mis niños eritreos a mis niños qataríes que mejor ni califico, a buen entendedor... Había mucha diferencia en el comportamiento de los niños y las niñas, las niñas estaban educadas para ser dulces y bueniñas, los niños para ser todo lo contrario, y se notaba, aunque sólo tuviesen 7 años se notaba. Y me molestaba infinitamente, esa educación tan machista me pone mala.

Yo ya sabía que iba a notar un cambio bestial en todos los aspectos viniendo como venía de Eritrea a Qatar, del tercer mundo (en algunos aspectos) al primer mundo (en algunos aspectos también). Y efectivamente, lo noté.

Mis alumnos qataríes eran todos ricos, ricos simplemente por ser qataríes, ricos que siempre viajan en primera en Qatar Airways, que se van siempre de vacaciones a Londres, Hong Kong, Los Angeles, París, a hoteles de 5 estrellas, ricos que se mueven en los coches más caros, tan ricos que a mi me repugna. Lo siento, no puedo con los mega ricos. Pero sí tenían una virtud: no iban de ricos por la vida, no iban de pijos, comparando quién era más rico que otro. ¿Por qué no? Porque todos son igual de ricos y lo son desde que nacieron, al menos mis alumnos y sus padres, no tanto sus abuelos. Para conocer un poquito de la historia de la riqueza de Qatar puedes ver este enlace: http://www.accionpreferente.com/mundo/qatar-como-se-hizo-tan-rico-tan-rapido/

Mis alumnos llevaban uniforme al cole que tenía los colores de la bandera, polo blanco y pantalón granate. Llevaban uniforme pero sus mochilas eran las más caras del mercado: que si Armani, que si Versace, que si Channel, etc. Mis alumnos de 7 años traían al cole, a veces, porque no les estaba permitido, sus móviles de ultimísima generación, siempre el último iPhone, el más caro del mercado, y alucinaban con mi teléfono Nokia de dos años, una porquería de teléfono para ellos y les sorprendía que yo lo tuviera y no lo cambiara por uno mejor. Yo les explicaba que aún funcionaba, que porqué habría de cambiarlo, pero me miraban con cara de "esta está loca".

A la mayoría de mis alumnos los traía a la escuela su chófer y su nanny, por la que, generalmente, no sentían ningún aprecio. Las familias qataríes suelen ser muy numerosas, con 4, 5, 6 hijos. Y para cuidar de tanto niño tienen un montón de nannies en cada casa. Las nannies suelen ser filipinas, hindúes, nepalíes, de Bangladesh, y normalmente no sienten ningún aprecio por ellas, simplemente son personas que les sirven y ya está, no hay afecto. Cuando era hora de irse para casa, al final de la jornada escolar, los niños se quedaban en clase conmigo y ahí esperaban a que llegara quien los recogiera, como digo, generalmente sus nannies. En cuanto llegaba la nannie el niño recogía malamente sus cosas (mochila, botella de agua, jersey) y se iba con ella. Digo malamente porque les costaba coger 3 cosas a la vez, increíble. En cuanto llegaban a la altura de la nanny soltaban las cosas para que ella se las recogiera y las llevara. Y digo bien, soltaban las cosas. No es que se las dieran de mano a mano sino que las soltaban porque no sabían cargar con esas tres cosas que llevaban y era trabajo de la nanny cargar con ellas. Me flipaba. Me alucinaba también que prácticamente ni les decían hola y el desprecio general con el que las trataban. Pero lo peor de todo fue un detalle que me parece muy triste. Una de mis alumnas, F, era muy dulce, una niñita encantadora. Su familia y su nanny también. F y su nanny siempre se despedían y se saludaban con un beso, caso totalmente excepcional y que a mi me encantaba ver, la excepción a todo lo que veía todos los días. Un día, unos niños de la clase me preguntaron todos sorprendidos por qué la nanny de F la besaba. Yo les respondí que porque se querían y ellos pusieron una cara de sorpresa que me dejó alucinada, "¿cómo que quiere a su nanny?¡Qué raro!". Para ellos la nanny era una sirviente y no alguien por quien pudieras sentir aprecio, aunque viviera en tu casa y pasaras con ella casi más horas que con tus padres.

Las nannies no podían incomodar a los niños. Ellas se encargaban de cuidarles, de darles de comer, de hacerles todo pero no podían incomodarles. Si un niño lloraba en casa y estaba solo con la nanny lo más probable era que se llevara la culpa la nanny, lloraba por culpa de ella. Uno de mis alumnos era mal comedor, no le gustaba comer nada, sólo le gustaba el chocolate. La nanny alguna vez intentaba que el niño comiera algo diferente pero si lloraba llegaba la mamá a preguntar porqué lloraba su hijo y para que no llorara acababan dándole el chocolate que quería. La nanny intentaba que el niño se alimentara mejor pero la propia madre del niño no se lo permitía porque si el niño lloraba ella se llevaba una bronca.

Las nannies venían vestidas de uniforme, generalmente algo parecido a un pijama monocolor, como las enfermeras. Y así las veías por todas partes, tanto recogiendo a los niños del cole como en el super o los centros comerciales. Cuando ves a una nanny con una familia en un centro comercial o de paseo lo normal es que vaya caminando un par de metros por detrás, siguiendo a la familia como un perrito faldero. Quieren a la sirvienta pero no quieren verla. Los padres van paseando y la nanny va encargándose de los niños, están comiendo en un restaurante y en la mesa de al lado está la nanny con los niños, tienen a un bebé pero es la nanny la que lo lleva en brazos y le da el biberón. Se cuentan historias de nannies mal tratadas, a las que incluso pegan, historias de pasaportes retenidos por las familias y nannies que no se pueden ir porque no disponen de sus pasaportes. Terrible. No es que todos los casos sean así de tremendos, por supuesto, pero haberlos hainos.

Uno de mis alumnos era diabético y tenía una enfermera, pagada por sus padres, todo el día en la escuela para atenderle a él. Ella se pasaba el día sentada en uno de los sillones del salón afuera de la clase y seguía al niño a cualquier actividad que hiciera, siempre estaba cerca de él, fuera de las aulas pero siempre cerca de él. El niño llevaba un aparato en la cintura, un medidor de insulina, y si el aparato le pitaba tenía que ir a la enfermera para que le atendiera, él ya sabía, yo también y también sus compañer@s de clase. Si el aparato pitaba (un pitido tenue pero que se oía) el niño me miraba para comprobar que yo sabía y se iba junto a su enfermera. Si él o yo nos despistábamos l@s compañer@s avisaban, "profe, el aparato de fulanito está pitando, tiene que ir a la enfermera!". La enfermera era europea. Me contó que ella trabajaba en el horario escolar, al llegar a casa él tenía otra enfermera más, y otra más para las noches. 3 enfermeras para controlar el aparatito, lo que debe de costar eso, 3 enfermeras al día! Pero será por dinero, estamos en Qatar!

Hay mucha obesidad infantil en Qatar. Bueno, infantil y general, adultos también. Yo lo achaco al no moverse, al ir en coche a todas partes. Yo lo vi en Houston y lo volví a ver en Qatar, ambos lugares donde no se camina, donde vas a todas partes en coche, la obesidad es consecuencia directa de no moverse y de comer mucho y mal, claro. Yo recuerdo que cuando regresé de mis tres años en Houston volví con 3 kg de más, kilos que perdí durante el verano, no haciendo nada más que vida normal, caminando lo normal que se camina en una ciudad como la mía, haciendo tus recados normales, sin ir al gimnasio ni nada de eso, simplemente vida normal. Pero claro, si vives en un lugar en donde para caminar tienes que ir al gimnasio (al que vas en coche) o tienes que buscar un tiempo al día para hacerlo entonces puedes tener un problema si no tienes un cuidado extra con tu alimentación. 


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