jueves, 13 de noviembre de 2008

Las geniales crónicas de VP:5- El ligue en América-1

El ligue en América

Capítulo 1.

Introducción histórica: Los conquistadores españoles.

Hace catorce años me encontraba yo viajando con dos amigas españolas por la provincia panameña de Chiriquí, en la que el clima, el paisaje y la gente son parecidos a los del vecino país de Costa Rica. Queríamos llegar a la ciudad de David y un señor de unos cuarenta años paró y nos ofreció llevarnos, así que nos metimos en la cama de carga de su camioneta ranchera. Mientras conducía, él nos hablaba con la hospitalidad tranquila y amable de los costarricenses (tan diferente al entusiasmo bullicioso de los panameños del resto del país) y, a su lado, tenía a su hija, una chica de unos dieciocho años y aspecto inocente. En un momento dado, el señor se giró y me preguntó:
- Mire, ¿y usted ya conoce a las chiricanas? [las mujeres de Chiriquí]
- Hombre, no las conozco, pero me gustaría conocerlas - contesté yo, con entusiasmo.
- Ah, entonces, ¿usted va por la vida de conquistador español?
- De repoblador, más bien - dije y la chica de delante pegó un salto del susto.

Desde luego, todo esto no tenía nada a ver conmigo: era una observación científica (que no se me olvide poner "científica") del carácter conquistador y repoblador de los españoles, aquellos antepasados que nos precedieron en la conquista de las Indias y de las indias. Aquellos hombres valientes y legendarios que salieron de su tierra, cruzaron el océano con embarcaciones precarias, subieron cordilleras, atravesaron selvas, participaron en guerras, saquearon poblados, fundaron ciudades, tan sólo para desperdigar su simiente, para tener descendientes más numerosos que las arenas del mar, para implantar su ADN en un continente vasto y de una naturaleza brutal. Como ejemplo, ahora tengo un compañero de trabajo que se llama "Mr. Escobar", el cual nació en un pueblo tejano cerca de la frontera con México. El pueblo se llama "Escobares" porque todo el mundo se llama "Escobar" de apellido. Seguro que había sido un conquistador español, llamado "Escobar", que llegó a ese pueblo de mala muerte y se hizo el amo, conquistando a todas las chicas que había por allá y dejando su apellido a todos los descendientes. Y es que, como dije al señor de Chiriquí, pon un español en tierra fértil y encontrarás un repoblador. Por eso es por lo que ahora que quiero empezar una descripción científica (¿he puesto "científica"? que no se me olvide poner "científica") de los rituales de emparejamiento por los cuales la gente de esta tierra produce la siguiente generación, he pensado que debía empezar con una introducción histórica sobre los conquistadores españoles, cuya huella genética ha estado muy presente en todo el continente americano.

Esto lo pude comprobar años más tarde, cuando viví en El Salvador, dónde pude ver que todo salvadoreño tenía un abuelo español. Siempre era la misma historia. Cuando conocía a una nueva persona, la conversación era siempre la misma:
- Hola, mucho gusto, me llamo Vicent Palasí.
- Ah, mucho gusto, ¿de dónde es usted? - obviamente mi acento me delataba.
- Soy español - cuando me encontraba de humor añadía: "De la madre patria".
- Ah, qué bueno. Fíjese que mí abuelo también era español.
La primera vez pensé: "Coño, ¡qué casualidad!". Pero después vi que esto se repetía dos veces, tres, una decena, un centenar... Parecía que en El Salvador todo el mundo tenía un abuelo español, aunque sus rasgos físicos fueran completamente indígenas. Por ello, decidí cambiar de táctica y aprovechar este hecho a mi favor. Así, cuando conocía una nueva chica le decía:
- Hola, mucho gusto, me llamo Vicent Palasí y soy español, como su abuelo.
- ¡Vaya! - decía la chica sorprendida - ¿Cómo sabe que mi abuelo era español?
- Es que los españoles somos muy inteligentes - concluía. (¡50 puntos!).
A continuación, añadía yo: - Y usted también es muy inteligente (¡100 puntos!).
- ¿Por qué lo dice? - decía la chica completamente descolocada.
- Porque su abuelo era inteligente como todo español y, por lo tanto, usted ha heredado la inteligencia de él (¡¡1000 puntos y bola extra!!).
La chica se veía desbordada por esta lógica implacable y no sabía qué decir. En este punto, el camino de la seducción estaba medio empezado y las opciones para continuarlo eran ilimitadas: "tengamos una conversación entre personas inteligentes",
"reencuéntrese con sus raíces",
cuando no el más audaz "mantengamos pura la raza española; no diluyamos nuestra inteligencia apareándonos con seres inferiores".

Tras un tiempo, sin embargo, pensé que el fenómeno merecía una comprobación científica (eso, científica, que no se me olvide poner "científica"). ¿Qué es lo que hacía que todo salvadoreño tuviera un abuelo español? ¿Era un hecho que estaba comprobado en la historia? ¿Cómo podía ser eso? ¿Había habido una migración masiva de españoles a El Salvador hacía dos generaciones? ¿Qué tenían las salvadoreñas de aquel tiempo para que los españoles hubieran abandonado su tierra en masa, hubieran atravesado el mar en barcos, canoas o a nado como desesperados, sólo para emparejarse con ellas y producir toda una generación de salvadoreños mestizos? (los padres de los actuales habitantes del Salvador). Era un misterio que se me escapaba, sobre todo, cuando examiné el asunto de forma científica (eso, "científica", debo poner "científica"). De hecho, los datos demográficos demostraban que, en tiempos del general Martínez, la inmigración de españoles a El Salvador había sido ínfima.
¿Quién era, pues, "el abuelo español" del que todos los salvadoreños hablaban? ¿Era, quizás, el mismo hombre, dado que siempre lo describían de la misma forma? (proveniente de un pueblo español de Castilla, de dónde viajó a Centroamérica con sus hermanos para crear una empresa y hacerse rico). Era evidente que debía de ser el mismo tipo. ¡Qué cabrón! Fue a El Salvador y se hizo el amo. Se cansó de hacerlo con millones de salvadoreñas hasta que murió de agotamiento o la polla se le cayó de tanto usarla. Eso sí que era un "lucky bastard", como se dice aquí. Seguro que estaba enterrado con honores en algún panteón de El Salvador, como "padre de la patria" (y nunca mejor dicho). Y es que, como le dije al señor de Chiriquí, pon un español en tierra fértil y encontrarás un repoblador. Pese a esto, es pura casualidad que, desde que yo viví en El Salvador, la natalidad aumentó considerablemente y que toda la nueva generación de salvadoreños parece cortada por el mismo patrón: medio calvos (con unas entradas como las de la Katy Freeway), con una barra de chocolate en una mano y la Diet Coke en la otra mano. También es casualidad que, cuando voy a El Salvador, una docena de niños me espera en el aeropuerto diciendo "¡Papi! ¡Vuelva a casa!". La relación causa-efecto entre estos hechos y mi estancia en El Salvador no ha sido demostrada de forma científica (eso "científica", debo poner "científica"). Por esto, ahora que quiero estudiar de forma objetiva y científica (¿he puesto "científica"? que no se me olvide poner "científica") el tema del "ligue" en América, debo rendir homenaje a los españoles que nos precedieron en la conquista de este continente, que estudiaron la técnica de la seducción en este hemisferio, que consiguieron adaptarse a los más extraños rituales antropológicos de emparejamiento, para conseguir reproducirse e implantar nuestra raza en tierra americana. Hecho este homenaje, me propongo redactar con tranquilidad y a lo largo del tiempo una serie de escritos en los cuales hago un estudio serio y riguroso del "ligue" en América, con un marco antropológico, un espíritu objetivo y una metodología científica. Sobre todo, científica; que no se me olvide, coño, poner "científica".

sábado, 8 de noviembre de 2008

Las geniales crónicas de V P:y 4!

VIVIR EN AMÉRICA ES...

... tener que coger el coche cada vez que quieres caminar un rato
.... que preguntes en inglés con acento español y te contesten en español con acento inglés
.... que la gasolina cueste la mitad pero que necesites el doble
.... no sentirse extranjero porque todo el mundo es de fuera
.... sentirse, por primera vez en la vida, una persona súper-delgada.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Enamorada de América.

Extracto del mail enviado a mi amiga americana que vive en Ourense....
Niña,ya estoy enamorada de tu país!!!!! Lo estoy disfrutando tanto,la gente es TAN estupenda,hago tantas cosas....que no quiero ni pensar cuando me toque volver a nuestro Ourense de nuestros amores!!!!!! Muchas veces,viviendo cualquier cosa que estoy disfrutando me asalta el pensamiento de que esto se acabará y me da taaaaaanta pena...se me inundan los ojos.Intento captarlo todo con las fotos,los videos...Intento recordarlo todo y sé,seguro,que cuando vuelva,este país se vendrá conmigo en mi corazoncito y en mi alma.....Y sí,ay del que critique a Estados Unidos por criticar,sin conocerlo de nada!!!!! De todas formas,aunque me encantan sus luces,este país también tiene sus sombras,of course! como todo y como todos,claro.A mi personalmente,y porque es lo que más me afecta,lo que no me gusta es la forma salvaje que tienen de trabajar,esto no es vida!!!! Y sin embargo,hace que mis horas libres las aproveche a tope,al máximo,y no desperdiciándolas como a menudo hacemos en España,dejando pasar las horas en tonterías....al menos,yo hasta ahora.