Senegal 12. Mar Lodj.

Tras Toubacouta,y un recorrido pasado por agua en piragüa,llegamos a Mar Lodj,una isla preciosa y tranquila,en donde no hay coches. Al llegar lo que encontramos fueron carros tirados por caballos!!! Contratamos uno que nos llevó,en un recorrido entre campos,a nuestro alojamiento:una casa impluvium,de estilo tradicional de Casamance. En el recorrido en el carro íbamos cantando las canciones que nos había enseñado Chris,así que la llegada al hotel fue dando un poco el cante,literalmente hablando.La verdad es que fue muy chulo.

La casa era muy bonita,con un jardín alrededor y con el restaurante al aire libre con vistas a los manglares,de lujo. Nos fuimos a dar un paseo y las chicas se dieron un chapuzón al anochecer.La verdad es que era un lugar maravilloso,y se notaba que era conocido porque había casazas de franceses,con unas vistas chulísimas.

A la mañana siguiente fuimos hasta el pueblo dando un paseo por los campos.Como nos llevó bastante tiempo acabamos contratando un carro que nos encontramos por el camino. Dimos una vueltecita por el pueblo y allí nos encontramos,cómo no!,con unas niñas con las que empezamos a jugar. Nos sentamos junto al árbol sagrado a descansar un rato y a jugar con ellas,y luego llegaron unas mamás. No sé cómo pero empezaron a hacerles trencitas a dos de mis amigas. Empezó siendo un juego,unas pocas,pero acabaron haciéndoles toda la cabeza. Y eso llevó tiempo. Así que lo que iba a ser un paseo corto por el pueblo se acabó convirtiendo en unas horas. Y en esas horas yo me enamoré. Me enamoré de una peque de 3 años llamada Bernadette.Divina.Preciosa,simpática,graciosa,terremotillo.No paraba la pata.Siempre quería que la cogieras en brazos,y cuando la querías bajar porque pesaba no quería así que se agarraba a ti con los brazos...y con las piernas!!! Claro,los bebés senegaleses están habituados a ir a la espalda de sus mamás,enganchados de brazos y piernas,así que saben cómo aferrarse a ti. Con lo cual,cuando tocaba bajarla no había forma de soltarla hasta que no tocaba con su culito el suelo. Qué rica! Se me caía la baba con esa nenita. Cuando trajeron un espejo para que las chicas se miraran para ver cómo habían quedado ella lo agarraba con fuerza y no paraba de mirarse y de hablar frente a él.Ni idea de lo que decía pero las mamás se partían de la risa!

Había también otras niñas deliciosas,algo más mayores,que cantaban para nosotras canciones del cole,y con las que estuve pintando un ratito en mi agenda de viaje. La verdad es que lo pasamos genial allí con las niñas y sus mamás...y eso que no podíamos comunicarnos!!!! Pero está visto que los niños hacen que se caigan las barreras! Fueron unas horas deliciosas,y nos dió muchísima pena irnos.

Volvimos al hotel en carro,recogimos nuestras cosas y vuelta a la piragüa,luego a un taxi(que nos costó encontrar) y en ruta hacia Joal Fadiouth.