domingo, 17 de agosto de 2008

Las geniales crónicas de V P:2

Hola, queridos conquerors y conqueratrices.

Yo que soy un veterano en eso de establecerme en estos países (cada nueve años suelo ir a vivir a otro país o ciudad), sé que en la conquista o "conquerimiento" de un nuevo país se pasan las siguientes fases:

FASE 1. ILUSIÓN.

Antes de llegar al país, uno se encuentra excitado con la nueva aventura. Se imagina todas las excitantes posibilidades que aparecen ante él: nuevos amigos, ligues, paisajes, experiencias, viajes, cosas que aprender, etc.

FASE 2. SHOCK.

Uno llega al país y se decepciona un poco pues no es como él se lo había imaginado (por poner un ejemplo, es penoso que la cobertura de móvil en Houston sea mucho peor que la de un país tercermundista como El Salvador). Todo es nuevo y complicado, diferente. Uno se encuentra desorientado y comienza a echar de menos lo fácil que son las cosas en España.

FASE 3. AGOBIO TOTAL.

Uno está hasta los huevos del nuevo país, de las dificultades, de lo complicado que es todo, de la gente. Uno piensa. "¿Qué coño estaría yo pensando cuando decidí venirme aquí? ¡Con lo bien que estaba yo en España!" Harto de comer m... y de bajarse los pantalones, uno piensa en regresarse. Algunos lo hacen y aquí acaba la aventura. En mi caso, me salvó varias veces mi orgullo. Regresar a casa con la cola entre las piernas me parecía insufrible. Tener que aguantar una vida de comentarios del tipo. "Ya te lo decía yo. Como en España no se vive en ninguna parte del mundo" era un futuro muy negro. Además, no quería ir por la vida de perdedor.

FASE 4. INTEGRACIÓN.

Poco a poco uno va resolviendo sus problemas, hace amigos, quizás relaciones sentimentales, conoce más el país. Se siente más a gusto. Tiene nuevos proyectos e ilusiones. Se va adaptando al país hasta sentirse muy cómodo en él. Su vida está en este nuevo país y lo de España queda un poco atrás. Se siente cada vez más feliz y satisfecho de haber emprendido esta aventura.

FASE 5. NOSTALGIA.

España queda como un poco lejana. Es un recuerdo, de la gente amada que dejaste allí, las buenas experiencias que dejaste en el pasado. Lo único que te une a ella son los correos electrónicos y las llamadas con tu familia. Los amigos españoles se van distanciando: se casan, tienen sus propias vidas. En este punto, entra la trampa de la nostalgia. Uno idealiza a España: sólo ve las cosas buenas y todo lo bueno se magnifica. Lo malo se minimiza. Uno tiene orgasmos cuando piensa en la comida típica de su pueblo. Aunque se encuentra feliz en el nuevo país, comienza a rondarle la idea de que debe volver. Algunos logran superar esa trampa y se quedan en el nuevo país. Otros se van a otros países. Pero muchos regresan.

FASE 6. REGRESO Y VUELTA A EMPEZAR.

Cuando uno llega a España se da cuenta de que no es como se la había imaginado. Una vez que has comido diez veces la comida típica de tu pueblo, ya estás hasta los huevos de comerla. Los amigos han hecho sus vidas (igual que tú hiciste la suya). La familia te sigue tratando como a un niño y tú, que te has hecho más independiente, no aguantas que metan las narices en todo de tu vida. Ya no encuentras esa conexión total con los españoles. Tú has vivido cosas que ellos no: así que ya sois diferentes. Te has convertido en un híbrido. En este punto, uno comienza a valorar las cosas que dejó atrás. "Pero si en USA tenía un apartamento como un campo de fútbol y una piscina debajo de casa". "Pero si por ser español, tenía encanto entre las chicas", etc. Si se agobia mucho, comienza una nueva aventura. Si no, tiene que pasar las seis fases anteriores para conquerar España, que se ha convertido en un país diferente (y tú en una persona diferente) y debe ser conquerado con las seis fases anteriores. Os cuento todo este rollo porque sé que muchos de nosotros estamos muy agobiados. Estamos en la fase 3. Es una fase normal de todo conquerimiento. No os preocupéis: todo esto pasará y vamos a sentirnos muy bien en este país, cuando los lógicos problemas de integración se resuelvan. Dadle uno o dos meses más y me daréis la razón. No es momento de tirar la toalla, porque las cosas mejorarán en uno o dos meses. Si tiramos la toalla ahora, nos arrepentiremos toda la vida. Toda la vida sentiremos que esto ha sido un fracaso y que no hemos sido capaces de tener éxito en esta aventura. Si triunfamos en esto, nos sentiremos orgullosos de haber superado esta prueba. Y esa alta autoestima y esa confianza nos acompañarán toda la vida. Perdonad que no me exprese muy bien, pero se me acaba la batería del portátil y estoy escribiendo muy deprisa. Ánimo. Vamos a conquerar este país. Demostremos a estos gringos que los españoles y españolas tenemos unos huevos (y unos ovarios) del tamaño de Texas.

No hay comentarios: